Todo empezó de la mano de mujeres inquietas que se hacían la misma pregunta: Debemos empoderarnos, pero…¿Cómo hacerlo?. Unas querían embarcarse en política, otras crear puntos de encuentro…un sinfín de ideas. Al final realmente, iban a trabajar muy duro para que AMUDISNA fuese lo que es hoy: un apasionante y duro reto, y al mismo tiempo, muy necesario para conseguir que las mujeres con discapacidad tuvieran la inclusión real en la sociedad.
La idea se plasmó a finales del 2019… Un buen día me reencontré con una vieja conocida y me dijo: «Dame tu teléfono, tengo algo entre manos que creo va a gustarte» A los pocos días mi móvil sonó y al descolgar descubrí que era esa conocida que me prometió una llamada, cuando nos reencontramos por casualidad. Me contó un proyecto de lo más ambicioso, sabía que el crecimiento de esta criatura sería muy duro, que se caería mil veces, pero yo tenía clarísimo que le ayudaría a su lado ayudándole a levantarse las mil y una veces que tropezase e incluso se cayese.
Porque sabéis esta niña iba a nacer en muy pocos meses pero esa vieja conocida, me enseñó a quererla demasiado pronto como si de un flechazo a primera vista se tratase. Iba a nacer un veintiuno de enero, en el día internacional del abrazo. Ya habían elegido el nombre…¡¡¡AMUDISNA!!! de apellidos empoderar y escuchar.
Su nacimiento tenía un objetivo claro: convertirse en la voz firme de tantas mujeres que por el hecho de nacer con alguna diversidad funcional o adquirirla con los años, ni siquiera saben lo que significa tener voz propia.
¿A quienes y cuántas pretendemos llegar? A todas que piensan como nosotras: nacemos para mejorar la sociedad desde la perspectiva de mujeres, y pretendemos llegar hasta el lugar más recóndito de Navarra (Nafarroa)
0 comentarios